De acuerdo con la revista "People", Lohan sólo podrá salir a los jardines del lugar en el que estará recluida por 90 días, como parte de un arreglo para evitar la prisión.
Sin embargo, el mencionado centro no funciona como una cárcel y no pueden retener a los pacientes contra su voluntad. "(Sólo) los monitoreamos 24 horas al día", declaró un empleado.
Al igual que el resto de los pacientes, Lindsay tiene prohibido usar el teléfono celular y sólo puede hace algunas llamadas y usar internet el fin de semana. Además de que se les realizan test de drogas constantemente.
En el centro, Lohan será asistida por enfermeras, psicólogos, consejero espiritual, consejero familiar, nutriólogo y entrenador.
Sus jornadas inician a las seis de la mañana y terminan a las nueve de la noche. "Hay ejercicio físico y terapia de grupo todos los días. Esto no son vacaciones".
Fuente: El Informador
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